sábado, 26 de febrero de 2011

Aquí se aprende a golpe de remo

El mundo se ha vuelto contra nosotros. Tras aguantar y aguantar, apretar los dietes y callarse, al final, se ha cansado. Ha explotado. Y se está vengando. Entre otros, está el terremoto en Haití, luego continuó con Chile y China, y cómo no, el volcán de Islandia, a lo que siguió con las inundaciones en Pakistán, y un tornado en Australia. ¿Lo último en catástrofes? Un terremoto en Christchurch, Nueva Zelanda.

Y es que La Tierra está hasta la coronilla (por no poner palabras malsonantes) de que la matemos poco a poco. La contaminamos, la explotamos, matamos miles de especies, dañamos irremediablemente miles de hábitats... y continuamos.

¿Para qué?

Os diré para qué: para llenarnos el bolsillo, para no tener que llevar más ropa en invierno y poder ir en manga corta, para que en verano estemos con el aire acondicionado y las ventanas abiertas, para una hora o más en la ducha, para lavarnos los dientes con el grifo abierto (porque, como no, da una vagueza cerrarlo para volver a abrirlo... cuánto esfuerzo), para no tener que separar los desperdicios (¿Qué es eso de contenedores de colores? Con uno basta.), para no recoger las colillas de la playa, para no usar las antiguas fotocopias de hojas en sucio...

Espero que para quienes lo hagan valga la pena el cambio. Porque yo no le veo ningún sentido. No nos cuenta nada. Gastamos 10 segundos como máximo en cualquiera de esas cosas. Y aún no lo hacemos. Somos lo suficientemente egoistas para dejar una ruina detrás de nosotros para los que lleguen en el futuro. Tus hijos. Tus hipotéticos futuros hijos. Mis hipotéticos futuros hijos. Tus nietos. Los hijos de tus nietos. ¿De verdad creéis que podrán ver el mundo como nosotros lo hemos visto? ¿Hemos visto nosotros la naturaleza que vieron nuestros padres? Mejor actuar ahora, antes de llegar al punto de no retorno.


A los que sepan ingles:

La razón última por lo que escribo esto, además de denunciar está horrible situación y haber si aprendemos (me incluyo yo misma) de una vez por todas, es porque, hace poco me senté a ver las noticias. Y os juro que estuve al borde de las lágrimas.
Eran unos deberes para mi clase de Economía, descubrir cuánto había aumentado el precio del petróleo; y continué viéndolas incluso después de que ya tuviera la respuesta.
Tras ver a las cabezas de los principales partidos de mi país pelear, acusarse de mentirosos mutuamente, de que me digan que el petróleo está muy alto, que una empresa con símbolo de abejita Maya está en el precipicio de la banca rota... ¿Qué toca después?
Dos victimas atropelladas por un borracho con cara de poker, una mujer asesinada por su pareja siendo la hija de estos (de cinco años) la que avise del crimen llendo al su colegio sóla diciendo que su papá había matado a su mamá, que estaba en el suelo sangrando; y que un terremoto en Nueva Zelanda deje 145 muertos y en aumento.

Vivan nuestras prioridades. Viva el dinero. Viva la economía. Viva la inflación. Viva la política.
Espero que eso les valga a las familias y amigos para remplazar a sus seres queridos.
Pero dejádme dudarlo.

Anonada me he quedado del asco que me ha producido la sociedad en la que vivo.

1 comentario:

Alma~ dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Es espantoso ver lo que hacen con el mundo.

Por cierto, ya te he afiliado :D

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